"La dinámica grupal en los equipos de alto desempeño".

Resumen

Los miembros de un equipo de alto desempeño comparten un objetivo en común, tienen roles claros, trabajan para eliminar obstáculos, experimentan y aprenden juntos, resuelven problemas de alta complejidad en tiempos cortos, están motivados y tienen una buena relación.

Cada integrante aporta y hace lo necesario para lograr las metas en equipo, tiene claridad sobre las tareas de los demás miembros, lo que ayuda a la toma de decisiones y a tener confianza en el otro. Cada miembro es consciente de sus habilidades y de sus limitaciones, así como las de sus compañeros

Cómo formar y gestionar equipos de alto rendimiento?

Como estos equipos presentan una muy buena productividad y suelen sentirse satisfechos, la empresa logra reducir el absentismo, así como el turnover promoviendo así, la fidelización y retención de sus mejores talentos.


Características de un equipo de alto rendimiento

Douglas K. Smith dice: "Un verdadero equipo de altas prestaciones se pregunta mutuamente, que podemos hacer diferente, qué podemos hacer mejor". Y eso es exactamente lo que piensa cada integrante de un equipo de alto rendimiento. No es cuestión de suerte, sino de trabajo constante y características específicas. En seguida te enlistamos lo que los distingue del resto:

1. Autonomía

El equipo tiene total libertad para trabajar como lo deseen, siempre que sus resultados cumplan con los objetivos. Este grupo de personas cuenta con experiencia y conocimientos necesarios para ofrecer grandes resultados, así que la flexibilidad es su mejor aliada para seguir haciendo lo que saben hacer.

2. Comunicación efectiva

El decir claramente lo que se opina, con objetividad, permite generar un ambiente de confianza y colaboración, facilitando el intercambio de ideas y opiniones. Un equipo que tiene buena comunicación es capaz de solucionar problemas con mayor rapidez y eficiencia, y esto se refleja en su trabajo.

Los equipos de alto rendimiento suelen sentirse satisfechos con su trabajo.

3. Excelencia y calidad

Son rigurosos en la calidad de su trabajo, suelen realizar revisiones constantes para identificar si están cumpliendo con las expectativas de sus clientes o superiores. Un equipo que se enfoca en entregar con excelencia puede asegurar el éxito tanto en el proyecto como en la trayectoria laboral.

4. Liderazgo

Un buen equipo tiene un buen líder. Para llevar a la empresa a niveles altos de rendimiento, se necesita una persona que logre inspirar a sus miembros del equipo a través de su actitud y habilidades, brindando su apoyo y motivación para lograr los objetivos. Un líder no da instrucciones, un líder guía, apoya, edifica, ejemplifica cómo se deben de hacer las tareas y procesos, y escucha el punto de vista de cada integrante.

5. Compromiso

Las personas que integren estos equipos están comprometidos con el logro de los objetivos tanto de manera individual como colectiva. El compromiso es una actitud que se refleja en la determinación a alcanzar los objetivos encomendados, lo que se traduce en un esfuerzo constante y perseverante para sobresalir en lo que se hace.

6. Confianza y seguridad

Debe tener la confianza suficiente para compartir ideas, inquietudes o sugerencias entre sus integrantes sin temor a ser juzgados, esto asegura que la información fluya de manera libre y que las decisiones sean tomadas de manera efectiva. Tener seguridad en sí mismos les permitirá accionar cosas que jamás antes hayan realizado, y en su mayoría, estas decisiones mejorará increíblemente el rumbo de la empresa.

7. Innovación

Los trabajos tediosos pueden resultar perjudiciales para el rendimiento de los equipos, debido a que pueden arruinar procesos eficientes y desanimar a sus integrantes. Sin embargo, cuando los equipos tienen el hábito de compartir información constantemente y utilizar la lluvia de ideas para mejorar los procedimientos, la empresa logra fomentar la innovación.

‍El punto es no quedarse estancado. Mantenerse actualizado en todas las áreas que le competen a la empresa, siempre será un punto a favor y abrirá la puerta a la innovación

‍Un equipo de alto rendimiento propone métodos nuevos, creativos e innovadores.

- ¿Qué es un equipo de alto desempeño y por qué se le denomina así

Un equipo de alto rendimiento está formado por individuos que no solo se dirigen a objetivos comunes, sino que también comparten valores similares e invierten continuamente en su propio crecimiento personal. Trabajan juntos con dedicación para que la colaboración tenga éxito y se mantienen abiertos a las ambiciones individuales a lo largo del camino.

La idea de que un grupo de alto rendimiento o desempeño consiste en un grupo de personas que trabajan juntas y comparten objetivos es un poco genérica y no refleja la idea de maximización de potencial.

Por eso, conceptualizamos como un equipo de alto rendimiento a un conjunto de individuos que presentan características específicas, enfocan en el trabajo colaborativo, mantienen su postura orientada al alcance de objetivos comunes al paso que se mantienen abiertos a sus propósitos individuales.

Además de compartir objetivos, los individuos participantes de un grupo presentan valores similares, buscan aprender y desarrollar sus habilidades y competencias de forma constante.

Fíjate que no solo hablamos de una agrupación de personas, sino de un grupo con características y expectativas homogéneas cuyo objetivos más notables son satisfacer las demandas empresariales y las suyas propias sin negligenciar apoyo cuando el equipo necesita.

- ¿Cuáles son las características más significativas que identifican a un equipo de alto desempeño? Explique cada una de ellas.

1. Autonomía

El equipo tiene total libertad para trabajar como lo deseen, siempre que sus resultados cumplan con los objetivos. Este grupo de personas cuenta con experiencia y conocimientos necesarios para ofrecer grandes resultados, así que la flexibilidad es su mejor aliada para seguir haciendo lo que saben hacer.

2. Comunicación efectiva

El decir claramente lo que se opina, con objetividad, permite generar un ambiente de confianza y colaboración, facilitando el intercambio de ideas y opiniones. Un equipo que tiene buena comunicación es capaz de solucionar problemas con mayor rapidez y eficiencia, y esto se refleja en su trabajo.

3. Excelencia y calidad

Son rigurosos en la calidad de su trabajo, suelen realizar revisiones constantes para identificar si están cumpliendo con las expectativas de sus clientes o superiores. Un equipo que se enfoca en entregar con excelencia puede asegurar el éxito tanto en el proyecto como en la trayectoria laboral.

4. Liderazgo

Un buen equipo tiene un buen líder. Para llevar a la empresa a niveles altos de rendimiento, se necesita una persona que logre inspirar a sus miembros del equipo a través de su actitud y habilidades, brindando su apoyo y motivación para lograr los objetivos. Un líder no da instrucciones, un líder guía, apoya, edifica, ejemplifica cómo se deben de hacer las tareas y procesos, y escucha el punto de vista de cada integrante.

5. Compromiso

Las personas que integren estos equipos están comprometidos con el logro de los objetivos tanto de manera individual como colectiva. El compromiso es una actitud que se refleja en la determinación a alcanzar los objetivos encomendados, lo que se traduce en un esfuerzo constante y perseverante para sobresalir en lo que se hace.

6. Confianza y seguridad

Debe tener la confianza suficiente para compartir ideas, inquietudes o sugerencias entre sus integrantes sin temor a ser juzgados, esto asegura que la información fluya de manera libre y que las decisiones sean tomadas de manera efectiva. Tener seguridad en sí mismos les permitirá accionar cosas que jamás antes hayan realizado, y en su mayoría, estas decisiones mejorará increíblemente el rumbo de la empresa.

7. Innovación

Los trabajos tediosos pueden resultar perjudiciales para el rendimiento de los equipos, debido a que pueden arruinar procesos eficientes y desanimar a sus integrantes. Sin embargo, cuando los equipos tienen el hábito de compartir información constantemente y utilizar la lluvia de ideas para mejorar los procedimientos, la empresa logra fomentar la innovación.

1. Tienen un buen líder

Todos los equipos necesitan una persona al frente que ayude a planear los procesos y que conozca muy bien lo que la empresa necesita lograr para llegar a las metas que tiene planteadas. Además de estos conocimientos, quien está al frente reconoce las fortalezas y debilidades de los integrantes de su equipo; por lo tanto, puede ayudarles a progresar para su crecimiento profesional y para toda la organización.

Un buen líder está al pendiente de lo que ayuda al equipo a dar su mejor trabajo, es empático, accesible y aprende cosas nuevas junto a las personas que están a su cargo. Sin embargo, no se trata de limitar las decisiones o las buenas ideas. Lo que nos lleva al siguiente punto.

2. Mantienen buen grado de autonomía

Aunque tienen uno o varios líderes, los integrantes de este tipo de equipos tienen libertad de trabajar con cierta flexibilidad, porque es esta la que ayuda a que su productividad e ingenio se mantengan despiertos; siempre y cuando lleguen a la fecha de entrega y a los objetivos en conjunto no hay restricción alguna. Después de todo ya han probado que son capaces de hacer un gran trabajo, así que lo siguen haciendo sin tantas restricciones.

3. Conocen los roles y los objetivos de cada quien

Para ser un equipo de alto rendimiento, todos los que lo integran deben conocer a la perfección cuál es el rol que tienen de manera individual y de qué manera se relacionan con el del resto de sus compañeros. Esto significa que todas sus dudas se resuelven de manera oportuna pues tienen la seguridad de que no existen preguntas inválidas.

Así, son capaces de ver cómo funciona la maquinaria completa y la función que cada una de las personas cumple para que no haya interrupciones ni trabas.

4. Cuentan con comunicación eficiente y transparencia

La comunicación es un elemento crucial para que un equipo funcione en su máximo potencial. Nos referimos a la que existe entre los líderes y los integrantes del equipo, pero también a la que existe entre todos los miembros de este grupo de trabajo. No hay espacio para competencias internas que dañen la dinámica, ni malos entendidos entre las órdenes que se reciben y los objetivos establecidos.

Las personas que ya lo experimentaron, saben lo dañino que puede ser comunicar una instrucción a medias o ignorar una pregunta, porque esto lleva a otros malentendidos o incluso a desanimar a las personas que desean resolver más dudas. Por eso es importante contar con uno o más canales de comunicación claramente definidos y disponibles para todos; además es importante que el flujo se mueva en ambas direcciones para permitir una conversación saludable y valiosa.

5. Saben la importancia de cada integrante

Este aspecto permite dar el valor que cada persona merece en el trabajo diario. Si se reconocen los talentos de los compañeros, se crea un ambiente de respeto mutuo que promueve dinámicas de apoyo sólidas y todos estarán conscientes de que el talento de una persona tiene un impacto positivo en los demás. Si alguien no está en su mejor momento los demás también experimentarán un mal día, así que conviene ayudar a resolver ese problema para beneficiar al equipo completo.

6. Implementan la creatividad y la innovación

Gracias al buen liderazgo y la confianza que está depositada en sus integrantes, estos equipos de alto rendimiento pueden explorar soluciones más allá de los procesos comunes. Esto quiere decir que hay espacio para el juego y para analizar con mayor profundidad: saben que es posible experimentar con nuevas herramientas y estrategias para hacer mejor su trabajo.

Necesitarán tiempo y espacio en ocasiones, pero no se desviarán de los objetivos porque conocen bien de lo que son capaces, confían en sus compañeros y tienen muy claras las metas establecidas.

7. Su buen trabajo se recompensa

Finalmente, los equipos de alto rendimiento obtienen el reconocimiento que merecen. La empresa no ignora sus logros, pero sobre todo sabe muy bien el tipo de esfuerzo que inyectan a sus labores cotidianas: ese desempeño tiene que seguir motivando. Lo mejor que puede hacer una organización es premiarlo de manera acorde, no con una pizza al final de una jornada que se extendió más de lo programado, sino con aquello que los líderes podrán sugerir basándose en lo bien que conocen a su equipo (como un bono sorpresa o unos días extras de vacaciones).

Sin este componente, las personas que integran el equipo no encontrarían muchas razones para seguir esforzándose (y si no tienen a un líder que garantice que su trabajo se reconozca adecuadamente, no mantendrán su alto nivel de rendimiento).

Dicho todo esto, es momento de planear cómo conseguir tener uno de estos equipos.

- ¿Cómo se forma y se desarrolla un equipo de alto desempeño?

1. Revisa la cultura laboral de tu empresa

Antes de armar a tu equipo ideal es importante que hagas una pequeña auditoría a la cultura de trabajo de tu organización: ¿cómo es la colaboración entre equipos? ¿Se promueve de alguna manera en todas las áreas?, ¿es más común el individualismo? Esto es clave, porque al momento de construir un equipo con personas que ya están acostumbradas a crecer sin compañerismo, o que una vez dentro se den cuenta de que no es un ambiente que nutre las colaboraciones entre personas, la dinámica se verá entorpecida por esas incongruencias.

Esta revisión te ayudará a reconocer las actitudes que se promueven dentro de tu empresa y podrás hacerte cargo de cambiar aquellas que dañaría el trabajo en equipo. Verás que es muy útil hacer cambios en ese aspecto, incluso si no consigues un equipo de alto rendimiento rápidamente.

2. Encuentra líderes que inspiren y sepan trabajar en equipo

Como ya te mencionamos, un gran equipo necesita un gran líder: es quien constituye el apoyo principal, quien tiene más experiencia que transmitirles y quien se encargará de que todos los miembros reciban lo que necesiten para desempeñarse bien.

Necesitas encontrar personas que no busquen el éxito individual sobre el de los demás, porque el trabajo en equipo es el que se encargará de encontrar soluciones gracias a la suma de talentos. Por eso debe haber un poco de humildad en quien vaya a liderar a los integrantes, pero también mucha seguridad en sus decisiones. Al fin de cuentas, será quien diga si alguien debe retirarse del equipo o continuar, dará luz verde a las sugerencias o ideas que surjan y será el principal responsable de los aciertos y los fallos.

Por otro lado, tu líder debe ser capaz de comunicarse claramente con el resto: inspirar confianza y ser una persona a la que se le puede hablar con honestidad sin temor a represalias.

3. Busca integrantes con potencial, aunque no sean perfectos

Es cierto que deberías elegir a las personas que tengan un buen grado de conocimiento en su área, pero eso no quiere decir que estás buscando gente infalible. Para empezar, eso no existe. Lo que necesitas son personas que sean buenas en su trabajo, pero que también sean capaces de aprender de sus errores, que no le tengan miedo a equivocarse, que siempre hagan un buen esfuerzo a pesar de los obstáculos y que les guste colaborar con otros. 

Una de las ventajas de trabajar en equipo es que se tiene la oportunidad de aprender de los demás; si esto no está en el radar de la persona que elegiste, quizá no sea una combinación conveniente. Recuerda que la diversidad en tus integrantes puede traer muchas ventajas gracias a sus distintos puntos de vista, experiencias y aproximaciones para resolver problemas.

Tanto en líderes como en integrantes del equipo, te conviene seleccionar personas con un buen nivel de inteligencia emocional, ya que se enfrentarán en muchas ocasiones a obstáculos o frustraciones que, si no se gestionan correctamente, dañarán la dinámica.

4. Procura otorgar las herramientas necesarias

Es verdad que los equipos de alto rendimiento logran sus objetivos a pesar de las circunstancias la mayoría de las veces. Sin embargo, no es necesario dejarlos a la deriva con apenas lo básico. Una muestra de la fe que se le tiene a los colaboradores empieza con darles las herramientas que les ayudarán a facilitar su trabajo. 

Las instalaciones que ocuparán en la empresa o los dispositivos que necesitan para conectarse si laboran de forma remota son apenas el primer paso para lograrlo. Quizá sea necesario un software que automatice ciertas tareas para que se concentren en otras labores más importantes o el acceso a un curso para dominar una nueva estrategia de negocio. Incluso (y eso dependerá de las personas que integren tu equipo) deberás hacer un breve análisis sobre sus necesidades para dar lo mejor de su trabajo: traslados a su hogar, facilidades para el cuidado de sus hijos, flexibilidad para elegir desde dónde trabajar, entre otros.

Claro está, además de las prestaciones que por ley deberás darles, como al resto de tus colaboradores.

5. Establece metas y roles claros

La transparencia te permitirá eludir los errores de comunicación. Desde el principio explica para qué creas tu equipo de alto rendimiento y lo que esperas que alcance. Comparte fechas de entrega, objetivos, el beneficio que esperas obtener, quién se encargará de cuáles tareas, cómo se relaciona el trabajo de todos y qué tipo de recompensas pueden esperar después de un buen trabajo.

Esto debe conocerlo quien tendrá el puesto de liderazgo, pero también conviene que esté registrado en un documento al que todos tengan acceso para que no queden dudas. Además, si con el paso del tiempo es necesario adaptar algunos aspectos de este acuerdo, tendrán oportunidad de revisarlo cada vez que lo necesiten.

6. Promueve la comunicación en ambas vías

Por supuesto que existen métodos para medir el desempeño de tus equipos de alto rendimiento. Aun así te recomendamos que no te bases solamente en esos indicadores, sino que escuches las opiniones de los integrantes y de sus líderes. Esto es importante porque así conoces de primera mano las experiencias que tienen a lo largo de los proyectos y aprendes qué puede mejorarse, qué necesita transformarse y cuáles han sido los aciertos.

La idea es que todos entiendan que este tipo de retroalimentación es para beneficio mutuo, que se puede llegar a buenas ideas que hagan el trabajo mucho más eficiente y estimulante.

Cuando el resto de la organización note que este tipo de aproximaciones brinda buenos resultados, podrán ponerse en marcha en más equipos para que, dentro de poco, todos sean de alto rendimiento

- Desde el punto de vista psicológico y social, ¿cuál es la importancia de los equipos de alto desempeño?

Los equipos de alto desempeño (EAP) son grupos de personas que trabajan juntas de manera coordinada y sinérgica para lograr objetivos comunes. Estos equipos se caracterizan por tener un alto nivel de productividad, eficiencia y calidad en su trabajo.

Desde el punto de vista psicológico, los EAP tienen una gran importancia porque:

  1. Fomentan la motivación y el compromiso: Los miembros de los EAP se sienten más motivados y comprometidos con su trabajo cuando sienten que están contribuyendo a un objetivo común y que su trabajo es valorado. Esto se debe a que el trabajo en equipo les permite:

    1. Sentirse parte de algo más grande que ellos mismos: Los miembros de los EAP no solo trabajan para sí mismos, sino también para el equipo y para la organización. Esto les da un mayor sentido de propósito y significado a su trabajo.

    2. Desarrollar sus habilidades y talentos: Los miembros de los EAP tienen la oportunidad de aprender unos de otros y de desarrollar nuevas habilidades. Esto les ayuda a sentirse más competentes y seguros de sí mismos.

    3. Recibir reconocimiento y recompensas: Los miembros de los EAP son recompensados por su trabajo duro y su éxito. Esto les ayuda a sentirse valorados y apreciados.

  2. Mejoran la salud mental y el bienestar: El trabajo en equipo puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Esto se debe a que el trabajo en equipo proporciona a las personas un sentido de pertenencia, apoyo y comunidad.

  3. Promueven la creatividad y la innovación: Los EAP son más propensos a ser creativos e innovadores que los grupos de trabajo individuales. Esto se debe a que la diversidad de perspectivas y la colaboración pueden conducir a nuevas ideas y soluciones.

Desde el punto de vista social, los EAP tienen una gran importancia porque:

  1. Mejoran la comunicación y la colaboración: Los miembros de los EAP aprenden a comunicarse de manera efectiva y a colaborar entre sí. Esto puede ayudar a mejorar las relaciones en el lugar de trabajo y a crear un ambiente de trabajo más positivo.

  2. Aumentan la productividad y la eficiencia: Los EAP son más productivos y eficientes que los grupos de trabajo individuales. Esto se debe a que los miembros del equipo trabajan juntos para lograr objetivos comunes y comparten la carga de trabajo.

  3. Mejoran la calidad del trabajo: Los EAP producen un trabajo de mayor calidad que los grupos de trabajo individuales. Esto se debe a que los miembros del equipo se revisan mutuamente el trabajo y se brindan retroalimentación constructiva.

  4. Promueven la diversidad y la inclusión: Los EAP pueden ayudar a promover la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo. Esto se debe a que los miembros del equipo provienen de diferentes orígenes y tienen diferentes perspectivas.

- De acuerdo con lo estudiado en la asignatura hasta el momento, ¿Cómo se manifiestan las 10 C's del crecimiento individual/colectivo en un equipo de alto desempeño? Explique detalladamente y ponga ejemplos de cada una.

Las cinco respuestas emitidas en esta práctica serán publicadas por ustedes como un artículo en el blog personal de cada uno. Si desean publicar alguna respuesta en un artículo aparte, debido a su amplitud, pueden hacerlo.

Fecha tope para publicar: 23 de julio de 2024.

¡Adelante!

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Valerie Duran

Soy valerie estudio en la universidad O&M